La Matanza

Álvaro de Lara y Jorge Cerro

"Pero Andrés, a qué viene esa cara tan larga. Alégrese usted, hombre, que estamos de matanza. ¿O no ha sido esto siempre una fiesta?-.

-A ver, Cerro, desde cuando has visto tú que se mate un guarro en Noviembre que no haya sio robao… Pues eso, que esto es pura necesidad. Que habiendo tenio la zahúrda con más de dos docenas de cerdos, como se ha tenio otrora, que andemos ahora con un verraco, que capemos anteayer, dos hembras y tres cochinillos escuchimazaos, que ya veremos cuantos salen, y sin cuartos para el pienso…, porque no hay “peconio”, Cerrete, ni pa darles un mísero cuartillo de amasao. Que habemos de matar a ésta, que no me llega a los ciento veinte kilos, pa ver si podemos engordar a los otros para San Antón. Que aquí, con lo que se ha tenío, comemos en platos de postín y miseria, aviaos con cuarto y mitad de viento ábrego; que con la lana que tengo en los corrales de las ovejas no me da ni para una mala faltriquera. Más de mil habíamos entonces, y ahora se me hace eco en los bardales. Que no, Cerro, que no es “festa”, ni feria, ni na que se le parezca, que no se huele a cebolla, ni se van a hacer huevos a la porreta, ni va a rular la bota, ni se va anochecer con baile. Que a ésta le damos matarile por que no podemos darle otra cosa, maldita sea mi estampa, y eso es mu triste, ¡Cojones!. Así que, tú si quieres echar una mano, la echas, o haz lo que tengas que hacer, que nosotros gancho, cuchillo y ruido en las tripas-."