LAMINI

Federico Grande Pinilla

Lamini.

Adaptados a la altura y a los pastos pobres en nutrientes de la puna, los lamini, camélidos sudamericanos, viven a lo largo de los Andes hasta la Patagonia. Su población se calcula en 7,5 millones y la mayor concentración de llamas está en Bolivia; la de alpaca y vicuña, en Perú. Desde siempre, estos animales han proporcionado lana, carne, cuero y han sido un medio de transporte en estas tierras remotas. Allí, el clima es muy extremo, con inviernos fríos y veranos cortos. Las bajas temperaturas y las heladas son comunes. Las lluvias suelen ser escasas, y las sequías recurrentes. 

Los pastores andinos y sus ganados viven en altitudes muy elevadas, a menudo entre los 3.000 y 4.500 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones de vida son muy duras en un entorno natural desafiante. Una vez al año, los pastores y sus familias trasquilan lana y la venden en bruto. La fibra de vicuña es la más fina.  Mantienen un fuerte vínculo la montaña, sus tradiciones y formas de vida ancestrales. La crianza de animales y el uso de sus productos son fundamentales en su cultura. Tienen sistemas comunitarios de trabajo y solidaridad, como el ayni (trabajo recíproco) y el minka (trabajo colectivo), que les permite enfrentar las dificultades. Constituyen una colectividad sumamente móvil y son mediadores culturales por excelencia. 

Fotos.: Perú: La Raya, Chucura, Volcán Misti, Juliaca, Toccra,  Pukara, Patahuasi y Chachani.

Federico Grande Pinilla, Abril de 2025